La transformación de Emily y la belleza como bienestar
Al contemplarse en la pantalla de una llamada por Zoom, Emily Dubrovsky casi no podía reconocer a la mujer que la miraba de vuelta. Cambios sutiles en su rostro, particularmente alrededor de sus ojos y boca, eran detalles que posiblemente nadie más percibía. A sus 38 años, Emily no temía al proceso natural del envejecimiento, sin embargo, una reflexión el último año la motivó a tomar acción.
Residente en Minnetonka, Minnesota, esta diseñadora gráfica tomó las riendas de su rutina de cuidado de la piel y maquillaje, optando por selecciones limpias y simplificadas de marcas como Ilia y Jones Road. Se hizo con productos como el corrector y base de maquillaje de Merit Beauty y una brocha especial para difuminar, que ayudaba a suavizar sus líneas de expresión, además de una crema de Ursa Major para nutrir la delicada piel bajo sus ojos.
La inversión en belleza como reflejo del autocuidado
En ese año, Dubrovsky destinó cerca de mil dólares a productos de belleza, triplicando lo que había gastado el año anterior, decisión que ella considera «absolutamente valió la pena». «Invertir un poco en uno mismo puede tener grandes recompensas: en mi vida familiar, mi autoestima y en la manera en que me percibo», expresó Emily.
Este cambio en la percepción de la belleza, como explica Kendra Bracken-Ferguson, fundadora y CEO de la agencia de marketing BrainTrust, es evidencia de una sutil pero significativa evolución del negocio de la belleza hacia el bienestar. Actualmente, comprar productos como lápiz labial y humectantes es visto como un acto de cuidado personal y se considera cada vez más una necesidad, a pesar de que la inflación pueda impulsar a los consumidores a limitar otros gastos.
Los productos de belleza como escapismo saludable
Bracken-Ferguson menciona que, en tiempos de división y conflicto, los productos de belleza pueden ser vistos como una forma de escapismo. «Te permiten tener esos momentos de alegría y diversión, y es una manera interesante de autoexpresión… y no es complicado», afirmó. Es una sensación que Hilda Davis, una psicóloga jubilada de Houston de 73 años, también conoce bien cuando utiliza productos de EssenceTree, una línea orgánica y holística de cuidado de la piel que ha sido parte de su rutina por 17 años.
Para Davis, incluso el aroma de una nueva botella de aceite corporal tiene el poder de relajarla al instante. «Me siento en casa… Es algo familiar que me permite saber que algunas cosas siguen igual», comparte. Esta sensación de comodidad y confianza es un sentimiento que la industria de la belleza ha sabido aprovechar, y se traduce en hábitos de compra constantes.
El crecimiento de las ventas en la industria de la belleza
Las ventas masivas de productos de belleza en el mercado estadounidense, incluyendo las marcas que normalmente encontramos en supermercados y farmacias, alcanzaron los 30 mil millones de dólares el pasado año, un aumento del 4% respecto al año anterior, de acuerdo a la empresa de investigación de mercado Circana. Además, otros 27 mil millones de dólares provinieron de la categoría de productos de prestigio vendidos en tiendas especializadas y departamentales, experimentando un crecimiento del 15% año tras año.
Marcas como Armani, Charlotte Tilbury y Fenty son parte de este crecimiento, con aumento de ventas en maquillaje, cuidado de la piel, fragancias y productos para el cabello. Ulta Beauty es uno de los líderes en este auge, con un incremento de más del 18% en sus ventas trimestrales y cifras que superan los 10 mil millones de dólares, marcando un récord para la compañía.
La belleza frente a la inflación
Mientras los consumidores tienden a reducir en gastos no esenciales debido a la inflación, que sigue presentando cifras históricamente altas, el sector de la belleza emerge como la excepción. Manola Soler, directora senior del grupo minorista y de consumo de Alvarez & Marsal, destaca la resiliencia de la belleza, reflejada en lo que se conoce como el «índice de lápiz labial», un fenómeno observado por Leonard Lauder de Estée Lauder, quien notó que las ventas de lápiz labial se mantenían durante tiempos de recesión económica. Este fenómeno también se presentó durante la Gran Depresión y se replicó tras una breve caída inicial en la pandemia de 2020.
En 2021, la industria de la belleza disfrutó de un poderoso repunte, con el cuidado de la piel, el cabello, fragancias y maquillaje creciendo a paso firme. Para María Clara Paul, una estudiante de 19 años en la Universidad Case Western Reserve, invertir en cuidado de la piel, incluyendo protector solar y suero de calidad, es parte de su salud y bienestar. «Es un órgano, por lo que hay que cuidarlo», afirma Paul, quien ve en esta rutina un placer y relajación.
La belleza y el bienestar: una inversión personal
El cuidado de la piel, el cabello, fragancias y maquillaje ya no son considerados gastos frívolos, sino una inversión en uno mismo. Las redes sociales han jugado un papel importante, abriendo oportunidades para fundadores diversos y ofreciendo una forma accesible para que los consumidores aprendan sobre productos y cómo usarlos. Dollar General, Target y Kohl’s, en asociaciones con Ulta Beauty y Sephora, han ampliado sus ofertas de belleza, al igual que han surgido marcas propiedad de mujeres y minorías.
Paul encontró conocimiento sobre cuidado de la piel en TikTok, mientras que Dubrovsky aprendió a maquillarse mediante tutoriales de YouTube. Bracken-Ferguson destaca que estamos ante un cambio permanente en la forma de consumir y percibir la belleza. «La belleza y el bienestar son categorías que afectan a cada persona, sin importar quién seas o dónde vivas», concluye.
No olvides compartir este artículo si te ha inspirado a ver la belleza como una forma de bienestar y cuidado personal. ¿Tienes alguna rutina de belleza que te gustaría compartir? ¡Nos encantaría saber más sobre ella!
Descubre el Poder del Autocuidado: La Revolución de la Belleza y Bienestar
¿Te has detenido alguna vez frente al espejo, preguntándote cómo esos pequeños cambios en tu rostro pueden influir tanto en tu estado de ánimo y confianza? Emily Dubrovsky se encontró en esa situación, y su historia es un claro ejemplo de cómo la belleza y el bienestar van de la mano en el camino hacia la autoaceptación y el amor propio.
Atención: El Reflejo de la Autoestima
Cuando Emily, una diseñadora gráfica de 38 años, notó esos sutiles signos del tiempo en su rostro, tomó una decisión que la llevó a invertir casi 1.000 dólares en productos de belleza. Lejos de ser una frivolidad, para ella significó un acto de amor propio. Marcas comprometidas con la pureza y la simplicidad, como Ilia y Jones Road, se convirtieron en sus aliadas, junto con los esenciales de Merit Beauty y Ursa Major, diseñados para nutrir y embellecer la piel con delicadeza.
El cuidado de la piel no es solo una rutina, es un ritual que refuerza quiénes somos y cómo nos presentamos al mundo.
Interés: Belleza Como Sinónimo de Bienestar
La transformación de Emily es un reflejo de una tendencia más amplia que se aprecia en el sector del cuidado personal. Expertos como Kendra Bracken-Ferguson, directora ejecutiva de la agencia de marketing BrainTrust, reconocen que adquirir cosméticos y productos de cuidado de la piel se ha convertido en una práctica de autocuidado, una necesidad que va más allá de la superficialidad.
«Hay tanta división, hay tanto conflicto» en el mundo. «Puedes tener estos momentos de alegría y diversión… y no es complicado». – Kendra Bracken-Ferguson
La belleza es una ventana hacia el escapismo, una vía de autoexpresión que permite, con un simple toque de color brillante o una sombra de ojos, transportarnos a un estado de mayor felicidad y plenitud.
Deseo: El Impacto Emocional de la Belleza
Hilda Davis, una psicóloga jubilada de 73 años, encuentra en el cuidado de su piel con los productos de EssenceTree una forma de conectar con la serenidad y la familiaridad. Incluso en tiempos de pandemia, el simple acto de abrir una nueva botella de aceite corporal puede traer un soplo de tranquilidad y normalidad a nuestras vidas. Este valor emocional que los consumidores encuentran en sus regímenes de belleza se ha vuelto un punto central para la industria.
La confianza y comodidad son solo algunos de los beneficios intangibles que el cuidado personal puede ofrecer.
El mercado lo confirma: las ventas masivas de productos de belleza en Estados Unidos alcanzaron los 30 mil millones de dólares el último año, y la categoría de prestigio no se queda atrás, mostrando un crecimiento anual del 15%. Marcas como Armani, Charlotte Tilbury y Fenty son parte de este floreciente panorama.
- El maquillaje, el cuidado de la piel, las fragancias y los productos para el cabello crecen a pasos agigantados.
- Ulta Beauty y LVMH son ejemplos de empresas que han visto records en ventas, incluso en tiempos de incertidumbre económica.
Acción: Un Compromiso Personal y Social
El cuidado de la belleza no es solo una cuestión de estética, sino también de salud. María Clara Paul, estudiante de 19 años, ve su rutina de cuidado de la piel, que incluye protector solar y sueros de alta calidad, como un componente crítico de su bienestar general. La piel es un órgano vivo que merece atención y cuidado, al igual que cualquier otra parte de nuestro cuerpo.
La belleza y el bienestar se cruzan en el camino hacia una vida más plena y satisfactoria, convirtiéndose en una inversión en uno mismo.
Con una gama cada vez más amplia de productos que reflejan los valores e intereses de los consumidores, y la proliferación de marcas propiedad de mujeres y minorías, así como líneas dirigidas a hombres, el universo de la belleza está más diversificado que nunca.
Las redes sociales han democratizado la forma en que aprendemos y compartimos conocimientos sobre belleza y cuidado personal. Plataformas como TikTok y YouTube se han convertido en recursos invaluables para descubrir y dominar nuevas técnicas y productos.
Como lector, ¿te identificas con esta nueva era del autocuidado y la belleza? ¿Has notado cómo una buena rutina de belleza puede elevar tu ánimo y autoestima? Te invito a compartir tus experiencias y reflexiones sobre cómo la belleza influye en tu bienestar. Tu historia y perspectivas pueden inspirar a otros en su propio viaje de autocuidado y autoaceptación.